Samuel Feijóo por Virgilio López Lemus
La
obra mantiene la existencia
Tomado de Juventud Rebelde
Samuel
Feijóo sumó muchos creadores, sobre
todo fue un extraordinario poeta, y de ello se desprende toda su obra de
referencia en la cultura cubana y de altos quilates en ella. Novelista,
cuentista, narrador de diarios de viajes y de vida campestre, crítico literario
y de artes, pintor y dibujante, diseñador pragmático, fundador de revistas,
editor de rango, periodista, folclorista, cronista, profesor, su obra escrita
rebasa los cien títulos multigenéricos, sus cuadros y dibujos no han sido
contados nunca. (…) A esta infatigable pasión creativa, algunas personas de
menos vuelo la llaman «estar loco». Por sus andanzas de gran caminante y
perpetuo artista a veces muy surrealista en su actitud vital, también en
ocasiones se le ha tenido por debajo del alto escalón que merece en el panorama
de las literaturas y las artes de Cuba y de toda América Latina. (…) En el año
del centenario de su nacimiento, es hora de que miremos a su intensa labor, a
lo que dejó detrás de su vida corporal, y observemos sin mezquindades al hombre
en su época y bajo los efectos de sus credos personales, según su propia idea:
«la obra mantiene la existencia». Es ella la que le sobrevive y la que obliga a
llamar la atención sobre uno de los escritores y artistas mayores del siglo XX
cubano.
Guitarras,
güiros, guarachas,Forman la G de mi canto;
De la U tu azul encanto,
Y brindan A las muchachas.
J en jiras juegas –bachas
jaraneras–; I, es suspiro;
la R el rostro que miro,
y la O, el son que cayó
cuando dijiste que no
para mi canto GUAJIRO.
Etiquetas: centenario, décima, ensayos, estudios, poesía, reseñas, Villa Clara




0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal